Una bonita sonrisa con unos dientes cuidados y blancos es algo con lo que sueñan muchas personas, que se ven obligados a ocultar su dentadura, evitando sonreír en las fotos, o tapando la boca al reír. Hay que dejar atrás los complejos e intentar corregir lo que no nos gusta del todo. Con estos consejos podemos solucionar gran parte de este problema o por lo menos hacer que no vaya a peor.
Lo primero de todo es conocer cual es la razón por la que nuestros dientes están amarillentos y ya no tienen el color de antes. Lo mas normal es que esto se deba al abuso de algunas bebidas o a una mala alimentación.
Debemos de reducir el consumo de café, té y tabaco, que son los productos que más afectan a la blancura de nuestros dientes e incluso generan manchas que nos afean completamente la sonrisa.
También debemos de tener una limpieza adecuada, lavándolos 3 veces al día como mínimo, lo ideal después de cada comida y enjuagarnos con flúor hasta que las manchas desaparezcan.
Hay remedios caseros que también ayudan a conseguir ese blanco que deseamos.
Podemos cepillarnos los dientes o enjuagarnos la boca con bicarbonato, pero es importante no hacerlo a menudo porque podría dañar el esmalte del diente, os aconsejo hacerlo una o dos veces cada mes.
Si no os atrevéis con el bicarbonato, también podemos enjuagarlos con el zumo de un limón, que no dañara para nada el diente y es totalmente natural, o cepillarnos con la ralladura del limón también es muy efectivo.
Podemos masticar hierbabuena y comer más a menudo manzanas.
Una limpieza bucal anual también nos ayuda a mantenerlos sanos y blancos.
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